El viernes 11 de marzo se realizó un diálogo en torno a los 94 años de la creación de la caja de pensiones del Instituto de Seguridad Social, IESS. El encuentro con expertos en el tema fue virtual y contó con la participación del doctor Pedro Barreiro, exdirector del IESS, también estuvo Jaime Arciniega, experto en sostenibilidad y prestación de servicios de la seguridad social. E intervino en esta reunión, Ramiro Beltrán, representante de la Comisión Nacional Anticorrupción.
El evento fue organizado por la Mesa de Seguridad Social de Diálogos Nacionales, proyecto impulsado por la Fundación Esquel con el apoyo de la Unión Europea. César Ulloa, coordinador del proyecto, mencionó que el diálogo sobre seguridad social es impostergable, urgente y necesario con la participación de la ciudadanía activa y positiva.
La primera intervención fue de Pedro Barreiro, quien explicó a la audiencia históricamente el desarrollo del IESS como institución y la creación de su caja de pensiones. Y reflexionó sobre las competencias que tuvo y tiene el IESS en el paso del tiempo. Indicó que el 13 de mayo 1928, se creó la caja de pensiones y contradictoriamente a lo que se piensa que los regímenes militares son indiferentes a los pedidos sociales, fueron los gobiernos dictatoriales del Ecuador los que presentaron avances en la seguridad social. También recordó que en 1.970, en el gobierno de José María Velasco Ibarra, se creó el Instituto de Seguridad Social. (En este último período, Velasco Ibarra se declaró dictador).
Barreiro reflexionó con el público sobre lo que es la seguridad social y como este concepto ha cambiado a través del tiempo y dijo que el IESS es una institución de seguridad social que agrupa varios seguros para proteger algunas contingencias, como la de enfermedad, vejez, invalidez y muerte de sus pensionistas. Sin embargo, estas categorías han cambiado con el tiempo, ya que las enfermedades del pasado no fueron tan complicadas como las actuales, las mismas que demandan más recursos humanos y económicos.
Dijo que en la actualidad los avances tecnológicos dejaron rezagado al IESS y preguntó: ¿el IESS tiene los recursos económicos para cubrir a toda la población afiliada y para solventar las nuevas enfermedades? ¿Existe algún plan para conseguir recursos y evitar la corrupción? Y enfatizó que la seguridad social en el Ecuador tiene un futuro difícil que enfrentar para lo cual necesitará reformas profundas en el marco legal y estructural.
Por otro lado, Jaime Arciniegas, experto en sostenibilidad y prestación de servicios de la seguridad social, sugirió que se debe invertir en empleo para sostener la seguridad social. “Para los jóvenes no hay oportunidad de trabajo, una política de Estado debería ser la inversión en empleo por áreas”, afirmó. Y agregó que es necesario hacer una revisión de los aportes al IESS por edad, porque la expectativa de vida creció y la demanda de los jubilados es mayor.
También sugirió que la Organización Internacional del Trabajo, OIT, debe ser la institución que asesore al Gobierno en el tema de seguridad social, para realizar los cambios adecuados, pues es una organización que no tiene intereses políticos sobre el IESS.
Ramiro Beltrán, representante de la Comisión Nacional Anticorrupción, mencionó que la corrupción es un mal que ha dejado la IESS sin dinero para adquirir equipos que pueden servir para la salud de sus afiliados. Así también enfatizó que los miembros del Consejo Directivo del IESS deben rendir cuentas a los afiliados y jubilados.
A partir del paso a paso de la historia de cómo y cuándo se creó el IESS y su caja de pensiones realizada por Barreiro, según la coordinadora de la Mesa de Seguridad Social de Diálogos Nacionales, Elízabeth Falconi, quedan temas por trabajar y serán planteados en próximas reuniones con afiliados, jubilados, integrantes del seguro campesino, expertos en seguridad social y por supuesto, con la sociedad civil en general.
Esta actividad se inscribe en una hoja de ruta más amplia de la Mesa de Seguridad Social de Diálogos Nacionales, pues los mecanismos de interlocución se producen con varios sectores y actores de decisión política en las diferentes funciones del Estado.
¿Cuánto perdemos como país por estar fragmentados, dispersos, en broncas permanentes e innecesarias?
El costo es incalculable, además de irracional y doloroso.
¿De qué nos sirve llenarnos la boca repitiendo que tenemos un país rico, si las distancias y las controversias nos impiden disfrutar esa milenaria riqueza?
El diálogo es necesario, impostergable, resulta lógico y tiene carácter de urgente.
El diálogo es ahora…
Contribuir a la gobernanza democrática del Ecuador a través del diálogo, la generación de propuestas y su concreción, y la búsqueda de acuerdos a mediano y largo plazos.


La Mesa busca incidir, desde la diversidad de actores y sectores de la sociedad civil, en la formulación de una Política de Estado para el combate a la Desnutrición Crónica Infantil, que trascienda los períodos gubernamentales y logre metas consistentes en el largo plazo.
Contar con una estrategia metodológica para sostener un Diálogo Nacional Permanente con las organizaciones y actores sectoriales, territoriales y locales de la sociedad civil, que aporte, desde su necesidad, conocimiento y experiencia, al enriquecimiento de las propuestas de política pública que van a generarse en este espacio.
Proponer mecanismos de participación ciudadana a nivel nacional y local para asegurar la continuidad de programas y acciones derivadas de la política de Estado.
En este contexto de los “Diálogos Nacionales”, el 28 de octubre de 2021, se realiza la presentación de la Mesa de Interculturalidad. Luego de este evento, recogiendo las sugerencias presentadas, se acuerda los derechos que serían conversados y analizados en la Mesa. Desde este espacio de Diálogo, nos proponemos, visibilizar e interpelar al Estado y a la sociedad el déficit de interculturalidad - expresado en racismo y exclusión- en la ejecución de políticas públicas de salud, educación, justicia.
Desde estos espacios de encuentros, a mediano plazo, se busca diseñar, de manera consensuada, un Plan Nacional contra el racismo que se sostenga en el tiempo y que nos permita, como sociedad, reconocer nuestra diversidad cultural, territorial, de género e intergeneracional y considerarla como una oportunidad para, en el día a día, construir el Estado Intercultural y Plurinacional.
El DIálogo Nacional de la Seguridad Social propone cimentar una plataforma de encuentro y diálogo multisectorial colaborativo, abierto y franco, enfocado en los intereses del bien común, para alcanzar acuerdos básicos en la propuesta de una agenda viable de cambios en el corto, mediano y largo plazos para el mejoramiento y fortalecimiento del sistema de la Seguridad Social, en favor de la población ecuatoriana.
La mesa de educación convoca a actores relevantes en dos ámbitos: En la educación superior y en la educación general. En la educación superior profundizamos en propuestas sobre el sistema de gobernanza y el financiamiento de la universidad ecuatoriana. En la educación general profundizamos en los temas de la educación inicial y en la educación rural comunitaria en coordinación con la mesa de interculturalidad.
La Mesa de Economía de los Diálogos Nacionales está conformada por una veintena de organizaciones conformadas por cámaras de la producción, organizaciones de la economía popular y solidaria, cámara de la pequeña industria, cámara binacional de comercio; asociación de jóvenes empresarios; corporación de emprendedores, representantes de la economía familiar campesina. Busca presentar una agenda de cambio económico consensuada para enfrentar la crisis.
Esquel motiva al país para un diálogo permanente de alta sensibilidad y dentro de este diálogo se toma en cuenta la educación general y superior. La Mesa de Educación de Diálogos Nacionales desarrolló el 24 de febrero en Flacso, Quito, un conversatorio sobre la Gobernanza de la Educación Superior.
Para el coordinador de Diálogos Nacionales, César Ulloa, Fundación Esquel y la Unión Europea impulsan estas conversaciones para presentar propuestas que serán útiles a las reformas de la educación superior.
Felipe Burbano de Lara, como director de Flacso, dio la bienvenida e indicó que es importante hablar sobre la reforma universitaria y para Flacso es un gran compromiso el impulsar una reforma universitaria que mejore el sistema educativo. Y señaló que le preocupa que la Asamblea Nacional no debate aún la propuesta de reforma presentada por el Gobierno. “Estas necesidades de cambio tienden a diluirse porque la Asamblea no hace su trabajo”, señaló y añadió que por este vacío legislativo es urgente que las universidades conversen para mejorar la educación superior.
Por otro lado, Fernando Ponce, rector de la Universidad Pontificia Católica del Ecuador, PUCE, enfatizó que la educación superior debe ser un derecho para todos, con carácter público, no un privilegio para quienes pueden pagar. Por su parte, Gustavo Vega, rector de la Universidad Internacional del Ecuador, UIDE, analizó el papel que tienen las instituciones que supervisan a la educación superior y dejó en evidencia que la participación de los estudiantes, ahora, es menor en estas instituciones.
También indicó que es preocupante dejar en manos de los políticos las reformas educativas porque, citando a Arturo Pérez Reverte, “son políticos sin sentido del ridículo”. Gustavo Vega presentó preocupación por todo el sistema de la educación superior, afirmó que el bachillerato unificado impide que el estudiante elija la carrera que quiere en la universidad. También criticó la posición del presidente del Ecuador, Guillermo Lasso, que antes de asumir el poder ofreció eliminar la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, Senescyt y ya en el cargo varió su decisión.
“Un punto que sugiere debate en la propuesta del Ejecutivo, es si ¿el CES ya no aprobará las carreras de posgrado?... Un trámite de un programa nuevo toma su aprobación entre seis y ocho meses. No estamos de acuerdo con la propuesta de vigilar y castigar”, mencionó Vega y añadió que para una verdadera gobernanza universitaria debe ser cada institución y sus participantes los que rijan sus normas.
Para Silvia Vega, docente de la Universidad Central, analizó lo positivo y negativo de tener instituciones que se deben al Estado y al gobierno. Dijo que desde la existencia del Consejo de Educación Superior, CES y el Consejo de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior, CACES, se han logrado mecanismos de evaluación pero el punto negativo es la mercantilización de la educación y la cooptación de las instituciones desde el gobierno de turno.
Una de las conclusiones en este debate fue definir el camino de las Universidades, más, desde lo académico que lo administrativo. También se sugirió la autonomía de gobernanza para cada universidad, Fortalecimiento del escalafon docente, cogobierno entre universidades y autoridades del Estado.
Para Silvia Vega lo esencial de la discusión sobre educación superior no está en la Ley sino en las prioridades de políticas públicas y preguntó a los asistentes: “¿Cuál es la prioridad de investigación en el Ecuador?, ¿Qué carreras deben ser prioritarias para el contexto de este país? Todas estas preguntas se deben a una política pública y no a tener o rechazar una Ley”, señaló.
Humberto Salazar, director ejecutivo de la Fundación Esquel, dijo que el diálogo entre universidades es muy necesario y que se debe tomar en cuenta lo que estas necesitan dependiendo de su localidad.
Los rectores de las diferentes universidades que se dieron cita en Flacso, mostraron su preocupación a las reformas de la Ley de Educación, temen que lo académico no es sea tomado en cuenta, sino otros elementos, como quien supervisa a las universidades y no se deje en manos de cada universidad sus procesos de calidad.
Después de este diálogo se darán encuentros sucesivos de rectores de universidades, escuelas politécnicas, dirigentes universitarios y sociedad civil. El siguiente encuentro se desarrollará en Guayaquil, en La Escuela Superior Politécnica del Litoral, ESPOL.