Después de la firma del acta de la paz que se suscribió el 30 de junio del presente año, luego del paro nacional de 18 días, el Gobierno y el movimiento indígena representado en tres organizaciones: la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, Conaie, la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras, Fenocin y el Consejo de Pueblos y Organizaciones Indígenas Evangélicos del Ecuador, Feine, se plantearon 90 días de diálogo, el mismo que culminará el 12 de octubre del 2022.

Estos diálogos entre el movimiento indígena y el Gobierno se desarrollan en 10 mesas temáticas en medio de un contexto social tenso donde se rumora que las mesas no presentan acuerdos y nuevamente se pueden producir manifestaciones sociales en las calles. El proyecto Diálogos Nacionales impulsado por la Unión Europea y Fundación Esquel, a través de su Mesa de Interculturalidad, vio la necesidad de analizar este tema en un foro virtual denominado Después de los 90 días: el Ecuador del post – paro.

El encuentro se realizó la tarde del jueves 22 de septiembre con la participación de César Ulloa, coordinador de Diálogos Nacionales, Inkarri Kowii, coordinador de la Mesa de Interculturalidad de Diálogos Nacionales, Daniel Cuty, coordinador del Centro de Estudios en Filosofía, Política y Economía de la Universidad de las Américas, Udla; Saudia Levoyer, coordinadora del programa de Maestría de Comunicación Política de la Universidad Andina Simón Bolívar, Luis Maldonado, coordinador Técnico de la Comisión de Educación Intercultural Bilingüe de la Conaie y Cecilia Velasque, subcoordinadora nacional del Movimiento Pachakutik.

César Ulloa, dio la bienvenida al foro y enfatizó que el proyecto de Diálogos Nacionales actúa en el marco del fortalecimiento de la democracia, la pluralidad y la convivencia pacífica, es decir, la resolución de conflictos a través del diálogo. "Este foro trata de responder, qué sucede después del post – paro y además qué podría suceder después de que culminen las mesas de diálogo entre el Gobierno y la dirigencia indígena", dijo Ulloa.

Inkarri Kowii, quien fue el moderador de este foro planteó la pregunta a los expositores: ¿Cuál es su evaluación de las mesas de diálogo, entre el movimiento indígena y el Gobierno? El primer panelista en participar fue Daniel Cuty, quien mencionó que hay una tensión constante en el sector indígena porque está entre ser un actor político formal del Estado y ser un movimiento que tiene una amplia convocatoria popular y esto se ve en las mesas de diálogo. Resaltó que el Ecuador vive una polarización muy fuerte y la postura del movimiento indígena se muestra como una alternativa ante la sociedad porque capitaliza legitimidad y los otros actores antagónicos al Estado quieren cooptarlo.

Por su parte, Cecilia Velasque, dijo que su punto de vista sobre la pregunta planteada es más de base como parte del movimiento indígena. "Cuando hay hambre e injusticia estaremos en las calles y esto no está claro por este Gobierno, porque al conformar estas mesas técnicas por más delegaciones del Estado, simplemente son espacios de recibir criterios y analizar y no se llega a algo concreto. Vemos que no hay resultados concretos de las 10 mesas", afirmó.

También añadió que la metodología en las mesas de diálogo ha fallado en ambas partes, por el lado del sector indígena dijo que no tienen una propuesta operativa clara para llegar a resultados. Mostró preocupación por el control de los precios, el mismo que no se ve en la práctica. "El aceite que estuvo en 3,50 ahora no encontramos menos de 3,75; han subido 0,25 centavos, además que el aceite no tiene un litro. Los productos de la canasta básica siguen subiendo a pretexto de la movilización. Otro problema es la focalización de los combustibles, ninguna de las partes tiene claro de cómo se focaliza. Tampoco existe un espacio de mora para pagar de alguna manera las deudas a la banca y cooperativas. No hay mecanismos ni estrategias de pago", agregó.

El 9 de septiembre del presente año se cerraron cuatro mesas de diálogo con algunos acuerdos y divergencias según lo registró la prensa ecuatoriana. La única mesa de las cinco primeras que no cerró su trabajo fue la de focalización del subsidio al precio de los combustibles. Y uno de los desacuerdos es el control de los precios en el mercado, como lo mencionó en el foro Velasque. Las organizaciones sociales pedían establecer precios mínimos y máximos de 44 productos básicos mientras que el Gobierno insiste en 13, descartando a los productos industrializados. (Fuente: https://www.primicias.ec/noticias/politica/gobierno-indigenas-acuerdo-mesas/)

Mientras tanto, Saudia Levoyer, remarcó que el tema del diálogo en un país polarizado es primordial. "Las mesas empiezan a ser una especie de pedagogía para tratar de alguna manera de encontrarnos, yo sé que si no hay aplicabilidad a los sectores vulnerables que no se los ha atendido en montones de años y ha buscado respuestas desde que es un movimiento político desde los años 90, donde se hizo visible con las marchas con el tema agrícola, se pueden volver a bloquear. El movimiento indígena es un agente político que tiene su incidencia y han sido parte de algunos gobiernos donde han puesto su agenda, ellos con esa experiencia saben que si no se dialoga el bloqueo produce daño, entonces en estas semanas de diálogo se vuelve a reactivar esa capacidad de buscar consensos. Hay temas que quizás no lleguen a nada pero hay un camino recorrido y no me parece nada prudente echar todo atrás y volvernos a bloquear. Es un momento para reconocernos y hay que rescatar que de la violencia pasamos al diálogo", enfatizó Levoyer.

Luis Maldonado señaló en este foro, que el proceso de diálogo tiene su complejidad, pero el único mecanismo para buscar una solución de país es el diálogo, pero carecen de metodología para tener diálogos que tengan éxito. Añadió que el movimiento indígena es diverso que no tiene una misma agenda social y que tiene prácticas diferentes. "Una es la Conaie, que ha trabajado por la reconstrucción de los derechos como pueblos, se quiere llegar a ser en la práctica un Estado plurinacional. La Fenocin, en cambio, mira el aspecto económico y social, su proyecto político es el socialismo y la Feine es un gremio de iglesias cuyo objetivo es lo religioso desde una visión comunitaria; el articular todos estos movimientos es complejo y sobre esto se cruza un gobierno que no tiene la experiencia para tratar estos temas, sin embargo hay avances", dijo.

También añadió que las mismas organizaciones sociales no tienen una estrategia de difusión para conocer cuáles son los avances de las mesas temáticas y uno de los temas que le preocupa  a Maldonado, es la autonomía de la educación intercultural bilingüe. Sobre esto, comentó que ya hay una comisión que dará seguimiento, pero aún no se dice como se concretará y recalca que cualquier acuerdo debe ser institucionalizado y no solo expuesto en un decreto presidencial.